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actividades y noticias

NOTAS PEDAGOGICAS 4

28/11/2018

SUPERACIÓN DE LAS DIFICULTADES

Como hemos dicho anteriormente, las dificultades escriturales en los niños zurdos aparecen pasados unos meses o incluso algunos años. Son niños que acuden a la consulta de Reeducación de la escritura durante la etapa caligráfica infantil, es decir, entre los 10-12 años.

En este momento, el niño debería estar consolidando sus destrezas escriturales trabajadas en la etapa anterior –Precaligráfica-, que dura normalmente de dos a cuatro años, pero su duración varía mucho según los niños, el contexto escolar en que se desenvuelvan y según las posibilidades motrices o intelectuales del niño.

Generalmente, estos niños que acuden a la consulta son alumnos que no llegan a superar esta etapa y desarrollan una disgrafía: diremos que un niño es disgráfico cuando, la calidad de su escritura es deficiente, no habiendo ningún déficit neurológico o intelectual que explique esta deficiencia. A consecuencia de una mala estructuración, la escritura de este niño no alcanza los niveles de madurez y equilibrio necesarios, haciendo que nos muestre una escritura torpe, insegura e infantil.

Dado que la escritura sólo es posible a partir de un cierto nivel de organización de la motricidad, de una fina coordinación de los movimientos y de una posible actividad de éstos en todas las direcciones del espacio, diremos, pues, que la escritura, actividad convencional y codificada, es el fruto de una adquisición y ésta no es posible más que a partir de un cierto grado de desarrollo intelectual, motor y afectivo.

Estaremos, pues, frente a un niño que nos presentará en su escritura todos los componentes de una disgrafía desarrollada por los malos hábitos adquiridos en la primera etapa y carente de técnicas adecuadas que le permitan evolucionar en el plano escritural con toda normalidad.

El niño zurdo rechaza las tareas escritas, mostrándonos una escritura lenta, torpe y retocada, volviendo sobre lo que acaba de escribir y, a veces, repasando letras enteras, apareciendo atrofias en la mayor parte de las letras e irregularidad. Todas estas manifestaciones vienen acompañadas de un intenso dolor de hombro, brazo y mano debido a la posición incorrecta de su cuerpo a la hora de escribir.

Los problemas planteados por los niños zurdos o mal lateralizados son bastante frecuentes en reeducación de la escritura y exigen soluciones prácticas que permitan ser encauzados a partir de un estudio exhaustivo de cada caso concreto. El primer paso será, pues, consolidar la lateralización para que la dominancia sea homogénea, adiestrando la mano dominante según las destrezas adquiridas, buscando estrategias para ganar soltura y velocidad, trabajándose técnicas encaminadas a una correcta colocación tanto de la mano como del papel.

 

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