NEUROLOGIA

12/12/2016

Neurología

Dr. Jorge Efraín Salazar Ceballos

Según algunos autores los instrumentos de piedra hechos hace 1.5 millones de años en Koobi Fora, Kenia, por el Homo habilis y el Homo erectus ponen sobre la mesa evidencia sobre esa tendencia a utilizar la mano derecha. Esto nos indica cuándo nació la preferencia, pero no aclara por qué se dio.

Se sabe que personas famosas por sus capacidades son o han sido zurdas como Leonardo Da vinci, Miguel Ángel, Picasso, Chaplin, Beethoven y Newton, entre otros, pero ¿cuántas ha habido que son diestras?

El cuerpo del ser humano, al igual que casi todo el conjunto de formas de vida animal, sigue unos patrones de simetría. Tenemos dos brazos, dos piernas, dos ojos y una nariz en nuestro eje central, y esto se repite en la disposición de casi la totalidad de nuestros órganos. Estamos adaptados para percibir y actuar de forma muy parecida tanto hacia la izquierda como la derecha

Estas mismas normas se plasman en la forma de nuestro cerebro. Tenemos dos hemisferios cerebrales, cada uno a izquierda y derecha, que son como imágenes en espejo el uno del otro al menos a simple vista. En realidad ambos hemisferios son muy distintos a nivel celular y, de hecho, se encargan de procesos distintos. Tradicionalmente, se ha asociado el hemisferio izquierdo con el proceso verbal, lógico y secuencial de la mente. Por su parte el hemisferio derecho es más intuitivo, creativo y más capaz con las relaciones espaciales.

Elección importante

Estas sutiles variaciones hacen que para ciertas tareas tengamos un lado de nuestro cuerpo que responde de manera diferente a su lado opuesto, ya que cada una de estas mitades está relacionada con uno de los dos hemisferios del cerebro. Por ejemplo, casi todos tenemos una mano dominante y nos consideramos diestros, ya que utilizamos la derecha para casi todo. Sin embargo, este hecho no significa que tengamos una mitad del cuerpo que sea enteramente dominante. Curiosamente, es posible que una persona tenga una mano derecha dominante “La lateralidad” es la preferencia por razón del uso más frecuente y efectivo de una mitad lateral del cuerpo frente a la otra.

Es un aspecto fundamental para el niño de cinco a siete años, ya que a esta edad los aprendizajes escolares le obligan a enfrentarse a problemas de orientación espacio- temporales relacionados con el aprendizaje de la lectura y la escritura.

Las consecuencias que suelen producirse por una deficiente lateralidad son: problemas de lectura y escritura, dislexia, tartamudez, entre otros.

Es curioso constatar que en muchas culturas todo lo que es izquierdo tiene una connotación negativa de la misma forma que la mano izquierda suele ser la mano sucia con la que no se debe tocar algo de importancia. Existen miles de costumbres en diversas culturas en las que el uso de la mano izquierda está exclusivamente dedicado a tareas sucias o impuras.

Una de cada diez personas aproximadamente es zurda, de las cuales el número de zurdos masculinos dobla al número de zurdos femenino. Y como todas las minorías, tiene que surgir el hecho de que el mundo está construido para personas diestras, sea respecto al tráfico, al lugar de los botones en la ropa o la construcción de instrumentos. En algunas familias esta aversión al zurdo llegaba a extremos de impedirles que usasen la mano que , por naturaleza, preferían. En Japón, por ejemplo el hecho de ser zurdo era motivo suficiente para que el marido pudiera solicitar el divorcio.

Ha habido numerosas teorías para intentar explicar por qué un 10% de la población es zurda. Platón fue el primero que intentó explicarlo diciendo que las madres y mujeres que cuidan a los niños pequeños suelen llevarlos en el brazo izquierdo para poder manejar la mano derecha libremente.

Otra teoría dice que en el pasado, en situaciones de vida o muerte nuestros ancestros tenían que decidir rápidamente una respuesta instintiva para poder sobrevivir y que la “lateralización” de esta respuesta evitó que el cerebro perdiese tiempo reflexionando con que mano responder a esa situación de emergencia. Sin embargo, esta teoría no explica el porqué la preferencia del 90 de la población por la mano derecha.

Más científica es la teoría que intenta explicar por qué el número de zurdos masculinos dobla al femenino. La hipótesis de que la testosterona que circula en la sangre del feto en desarrollo produce un en elentecimiento del crecimiento del hemisferio izquierdo, por lo tanto la probabilidad que el hemisferio derecho fuera dominante en el feto masculino sería mayor.

Hoy se piensa que los zurdos lo son por razones genéticas siendo la preferencia por la mano derecha o izquierda consecuencia de un gen. Así, en algunos estudios apuntan que la posibilidad de tener un hijo zurdo siendo ambos progenitores diestros, es del 9% aumentando esta cifra a 26% si ambos padres son zurdos. Otros factores incluyen; influencia del entorno (costumbres) o el aprendizaje recibido.

En los estudios que se han hecho sobre la lateralización de funciones en los dos hemisferios se ha utilizado un anestésico para dormir un solo hemisferio cerebral si se inyecta la sustancia en la carótida correspondiente. Se ha mostrado en estos estudios que aproximadamente un 95% de los diestros tiene el lenguaje localizado en el hemisferio izquierdo y lo mismo para el 70% de los zurdos. El restante 30% se dividió entre los que tenían el lenguaje en el hemisferio derecho y los que eran ambidiestros.

Desde siempre se ha planteado la cuestión de si los zurdos son más inteligentes que los diestros. Hasta el momento no existen pruebas fiables de que la inteligencia de los zurdos sea mayor que la de las personas diestras.

Algunos estudios efectuados con resonancia magnética nuclear en zurdos han demostrado que en los jugadores de ajedrez hay un número muy elevado de zurdos, es de suponer con el lenguaje lateralizado en el hemisferio izquierdo por lo que la región encargada de la visiuoespacialidad en el hemisferio derecho está libre de la función del lenguaje y puede dedicarse mejor a las tareas visuoespaciales que implica el juego de ajedrez.

La lateralidad tiene importancia en la evaluación neurológica e incluso para tomar en ocasiones decisiones respecto a ciertas cirugías del sistema nervioso a fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes.

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